Problem of evil


theistic responses

Los creyentes religiosos han recurrido a dos estrategias principales. Un enfoque es ofrecer una teodicea, un relato de por qué Dios elige permitir el mal en el mundo (y por qué está moralmente justificado al elegir)—por ejemplo, que es una consecuencia necesaria del pecado o que, como afirmó Gottfried Wilhelm Leibniz, este es el «mejor de todos los mundos posibles».,»El otro enfoque es intentar una «defensa» más limitada, que no tiene como objetivo explicar los propósitos de Dios, sino simplemente mostrar que la existencia de al menos algún mal en el mundo es lógicamente compatible con la bondad, el poder y la sabiduría de Dios. Muchos filósofos y teólogos han rechazado relatos del primer tipo como inherentemente inverosímiles o como intentos temerarios de ir más allá de los límites del conocimiento humano para discernir los propósitos inescrutables de Dios.

obtenga una suscripción premium de Britannica y obtenga acceso a contenido exclusivo., Subscribe Now

se han ofrecido una variedad de argumentos en respuesta al problema del mal, y algunos de ellos se han utilizado tanto en teodicías como en defensas. Un argumento, conocido como la defensa del libre albedrío, afirma que el mal no es causado por Dios sino por los seres humanos, a quienes se les debe permitir elegir el mal si han de tener libre albedrío. Esta respuesta presupone que los seres humanos son realmente libres, y no tiene en cuenta el mal natural, excepto en la medida en que este último se ve incrementado por factores humanos como la codicia o la falta de consideración., Otro argumento, desarrollado por el filósofo Inglés Richard Swinburne, es que los males naturales pueden ser el medio para aprender y madurar. Los males naturales, en otras palabras, pueden ayudar a cultivar virtudes como el coraje y la generosidad al obligar a los seres humanos a enfrentar el peligro, las dificultades y las necesidades. Tales argumentos se complementan comúnmente con apelaciones a la creencia en una vida después de la muerte, no solo como recompensa o compensación, sino como el estado en el que se aclarará el punto del sufrimiento humano y la forma en que Dios saca el bien del mal., Dado que muchas teodicías parecen limitadas (porque uno puede imaginar fácilmente un mundo mejor), y dado que muchos pensadores no han sido convencidos por el argumento de que la realidad del mal establece el ateísmo, es probable que las discusiones futuras intenten equilibrar la realidad del mal contra la evidencia a favor de la existencia de Dios.Patrick Sherry

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *